Resumen
- Uma Thurman y Samuel L. Jackson protagonizan The Kill Room, ofreciendo un rayo de esperanza para sus carreras en esta discreta pero divertida sátira oscura sobre los sicarios y el mundo del arte.
- La película tiene una trama creativa y un elenco carismático que ayuda a lograr los chistes, pero su ritmo torpe y su ejecución estancada la frenan.
- A pesar de sus defectos, The Kill Room ofrece una visión humorística del mundo del arte y su punto más vulnerable criminal, con divertidas actuaciones de Thurman, Jackson y Manganiello.
Uma Thurman y Samuel L. Jackson son actores que solían generar gran entusiasmo por los proyectos que protagonizaban. Últimamente, ese entusiasmo no está del todo ahí ya que el dúo, fuera de las películas IP reconocibles, no ha elegido los mejores proyectos para sus talentos particulares. La sala de matar ofrece un rayo de esperanza cuando Thurman y Jackson comparten pantalla en una sátira oscura, discreta pero divertida, sobre el mundo de los sicarios y el arte.
El thriller de comedia oscura de Nicol Paone sigue a Reggie, interpretado por Joe Manganiello, un sicario que, junto con su manejador, Gordon (Jackson), recurre al mundo del arte para ayudar a lavar su maldito dinero. Ingresa Patrice (Thurman), propietaria de una galería de arte adicta al Adderall y que atraviesa tiempos difíciles. El trío se une para un plan que implica que Reggie cree obras de arte que son “compradas” por clientes que buscan sus habilidades como asesino a sueldo. El plan funciona muy bien: el arte de Reggie se convierte en un éxito y se gana el apodo de The Bagman, que es a la vez acertado y acertado. La comunidad engreída y amante del arte devora su arte grotesco, lo que demuestra que estos falsos intelectuales tienen poco o ningún sentido, o que un artista genuino acecha debajo de la enorme figura de Reggie.
La naturaleza satírica de la película habla de la naturaleza bastante ridícula del mundo del arte. La comedia de Paone no está allanando un nuevo camino, ya que hemos tenido varios proyectos que atacan el mundo del arte, como el recién llegado Sierra circular de terciopelo. Después de un comienzo lento e incómodo, La sala de matar Se basa en su premisa de una manera muy prometedora, ya que la película tiene una trama creativa y un elenco carismático para llevarla a cabo. La comedia es demasiado amplia, pero el compromiso del elenco ayuda a conseguir el chiste. Thurman y Jackson tienen el espacio para masticar el paisaje mientras Manganiello se comporta con calma. El humor inteligente y el compromiso del reparto compensan el ritmo torpe y la ejecución algo estancada.
Hay entretenimiento, ya que la premisa misma de que un sicario se convierta en una sensación del arte es lo suficientemente divertida como para llevarnos al final divertido.
La película tiene lo que necesita para ser increíblemente atractiva e incluso un clásico instantáneo, pero su componente visual deja mucho que desear; La sala de matar No puedo superar la calidad VOD del cine. En todo momento, Paone va a lo seguro y el guión de Jonathan Jacobson no inspira un enfoque más ambicioso. Dicho esto, hay entretenimiento, ya que la premisa misma de que un sicario se convierta en una sensación del arte es lo suficientemente divertida como para llevarnos al final divertido.
Si hay algo de lo que realmente quejarse es de la unidimensionalidad de los personajes. Sobre el papel, entendemos que algunos de los personajes son serias amenazas para la sociedad, y Patrice es simplemente alguien que está por encima de su cabeza y que está considerando este peligro para mejorar su carrera. Sin embargo, no hay ningún peso real detrás de estos personajes; son sólo una colección de ideas que nunca se convierten en personas plenamente realizadas. Hay un vacío en ellos que arrastra un poco la película hacia abajo. Si realmente reconociéramos lo peligroso que es Reggie, entonces la broma de que él sea una sensación del arte sería más fuerte. Paone logra generar impulso en la comedia, pero no logra transmitirnos la gravedad de la violencia y el peligro, lo que, yuxtapuesto a la premisa, hace que la película sea infinitamente más divertida. El guión de Jacobson, tal como lo imaginó la dirección de Paone, sugiere que la idea era suficiente por sí sola cuando, en realidad, era necesario dedicar mucho más tiempo a desarrollarla.
La sala de matar Es un momento divertido, especialmente si no esperas demasiado de él. A pesar de la falta de energía cinética y de personajes bien desarrollados, la película ofrece una visión bastante humorística del mundo del arte y su punto más vulnerable criminal con personajes que son divertidos de ver. Thurman, Jackson y Manganiello se llevan la película y demuestran que cada uno tiene mucho que dar en sus respectivas carreras y, con suerte, pueden atraer proyectos dignos de sus dones.
La sala de matar ahora se proyecta en cines y está disponible en formato digital. La película tiene una duración de 98 minutos y tiene una clasificación R por lenguaje generalizado, violencia y consumo de drogas.